El programa “Últimos Cartuchos” se convirtió en la estrella de Radio Vorterix, de Mario Pergolini, por lo que sus entrevisas y contenido suele tener mucha repercusión en redes. Es por eso que los fanáticos se sorprendieron cuando Migue Granados y Martín Garabal, sus conductores, hicieron una hora de programa emitiendo únicamente onomatopeyas. ¿El motivo? Un supuesto reclamo salarial al dueño de la emisora.
Todo comenzó a las 10 de la mañana del martes, cuando inició el programa en la emisora ubicada en Colegiales. Migue y Martín comenzaron a emitir sonidos incomprensibles, algo que en un principio no sorprendió a los oyentes, acostumbrados al humor de ambos animadores.
Es que los dos comediantes suelen generar conceptos extraños, poco tradicionales, que se transformaron en un lenguaje particular con su público. Pero con el correr de los minutos, las onomatopeyas continuaban y todos comenzaron a sospechar que se trataba de algo más.
Incluso los productores, Lucas Fridman y Victoria Garabal se acoplaron a la manifestación y realizaron los mismos sonidos.
“Hasta que nos paguen es esto”, expresó Granados en su cuenta de Twitter, explicando de esta forma que se trataba de una huelga.
No es la primera vez que el show tiene problemas con los sueldos. Hace dos semanas, el programa no salió durante dos días debido a un conflicto similar por salarios adeudados. Pergolini ordenó que se emitan programas grabados para evitar el bache, pero el público rápidamente atacó al empresario viralizando y haciendo tendencia su nombre.
Al tercer día todo se solucionó y “Últimos cartuchos” volvió al aire, aunque nunca dijeron cómo quedó su situación contractual.
Pero en el nuevo reclamo salarial, el dúo hizo partícipe a Pichu Straneo, gran comediante y amigo de Migue, con el que realizaron una especie de entrevista por videollamada, siempre en estos términos de ruidos exóticos.
Por motivos desconocidos Granados decidió eliminar la publicación de Twitter, aunque ya era tarde, porque nuevamente su audiencia ya había hecho correr la voz contra Mario. De todas formas, tras una hora de esta medida de fuerza, comenzaron a realizar el programa y todo siguió como si nada.
